miércoles

Ábrete a ti

Ultimamente le estoy dando muchas vueltas a lo que nos hace débiles.
Más bien, a lo que dejamos que nos haga débiles. 
Porque somos nosotros, los que, desde dentro y sin compasión, arrasamos con cualquier atisbo de esperanza, rompiendo a trozos los restos de confianza que viven en ti. 
'Me siento un fraude'', decía el otro día una persona famosa en televisión. (Famosa por su talento, tanto, que a día de hoy, no he escuchado voz igual)*. 
'Me siento un fraude', es uno de estos pensamientos intrusivos y recurrentes que nos avasallan a la mayoría de nosotros (quizá más a nosotras) cuando vamos a afrontar un reto, cuando nos vamos a medir por nuestros logros, cuando tenemos que demostrar nuestro valor.
Es tan común, que tiene nombre: 'síndrome del impostor'. 
Es una vivencia interna negativa, con un sentimiento de culpa, en la que sientes que no mereces el éxito que estás teniendo, las palabras de halago que estás recibiendo, o la admiración que estás generando. Así, sin más, como si detrás de eso no existieran horas interminables de esfuerzo, de trabajo, de esperanza, o de sueños. Como si todo eso no fuera tuyo, como si no fueras lo suficientemente grande y profesional como para conseguir algo grande. Así.
Sheryl Sandberg, directiva de Facebook,  en su libro Vayamos adelante, fue una de las primeras en confesar que vivía con ello. Y muchas más, que nunca lo dirán, viven con esa sensación de no merecer el éxito que tienen.
Merecer... esa palabra tan sencilla y tan complicada a la vez. Cuando sientes que mereces algo que estás recibiendo, te abres a ello, se retroalimenta, y crece. Al contrario, cuando crees que no lo mereces, tú mismo lo estas rechazando. Te estás cerrando a lo que llega; lo alejas de ti.
Aprende a sentir que mereces todo lo bueno que la vida tiene para ti

Como decía Marianne Williamson   en su libro 'Volver al amor'

"Nuestro miedo más profundo no es creer que somos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de la mesura.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta.

Nos preguntamos ¿Quién soy yo para sentirme brillante, atractivo, talentoso, fabuloso?
Pero en realidad, ¿quién eres tú para no serlo?

Tú eres un hijo de Dios.
Tu juego a ser insignificante no sirve al mundo.
No hay nada de iluminación en hacerte de menos, con el fin de que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.
Todos podemos brillar, tal como lo hacen los niños.

(...)
Y cuando permitimos que nuestra propia Luz brille,inconscientemente damos la oportunidad a otras personas de hacer lo mismo.
Conforme nos vamos liberando de nuestros miedos,
nuestra presencia libera a otros automáticamente."


Es decir, nuestro mayor miedo es a nuestra propia grandeza. 
Abrete a ti, aprende a mirarte con amor, a creer en ti y en tu potencial, en todo lo que ya has conseguido hasta llegar aqui, y en lo que te queda por conseguir. 
Ama tus luces, y tus sombras. 

Pero Brilla, 
déjate ser, 
y regálate a los demás.


 
www.laurachica.com

No te pierdas el video de presentación de Palabras para encontrarte en Fnac Málaga el pasado 18 de octubre. Si no lo has visto, aqui 
En nada tenemos la tercera edición de Palabras para encontrarte, si aún no lo tienes, aqui :) 









(*me refiero a Rosa López, para mi unas de las mejores voces de este país.) 





3 comentarios:

  1. Me encanta, para re-reflexionar. Gracias Laura

    ResponderEliminar
  2. Buenas noches, estoy totalmente de acuerdo contigo Laura, y por comentar, en mi opinión Rosa López tiene un ser tan pero tan bonito que hasta ella ya empieza a verlo, se nota, me alegra mucho ver su evolución personal que inevitablemente arrastra a su evolución proesional, este tema da para unas horas de charla profunda

    ResponderEliminar
  3. Reciba un cordial saludo, cordial invitación a seguir mi blog donde trato temas de superación personal, el objetivo es sensibilizar e invitar a un cambio de actitud... Gracias http://serhumanoysucomportamiento.blogspot.com.co/

    ResponderEliminar

Gracias por participar en el blog de Laura Chica